miércoles, 1 de junio de 2005

La historia con mi amigo

Efectivamente, el domingo 6 de febrero llamé por teléfono a mi amigo. Hubo un gran problema, porque justo el viernes de esa semana (viernes 4) tuve un inconveniente con mi computadora y no podía conectarme a internet para terminar de arreglar los detalles que faltaban. Me dio su teléfono, y me dispuse a llamarlo ese domingo.
Cabe destacar que me sorprendió su voz. Era la primera vez que lo escuchaba hablar y no me la imaginaba en absoluto así, motivo por el cual no recuerdo casi nada de lo que hablamos. Sé con certeza que me preguntó con qué empresa viajaba y a que hora llegaba o a que hora salía de acá... pero eso es todo, de los nervios no recuerdo nada más. Sólo que me dio un poquitín de miedo porque su voz sonaba muy seria, pero ya no había tiempo para dudas.

El lunes a las 11:30 salí de mi casa, le di un besito a la beba, saludé a mi hermana y fui hasta la terminal con muy poca gana, pues imaginaba lo que me esperaría al volver. A las 12:15 estaba arriba del colectivo rumbo a Buenos Aires. Me aburrí mucho en el viaje (ahora creo que demasiado) y a las 6:30 estaba en la terminal de Retiro. Aclaro que nunca antes había ido a Buenos Aires en colectivo, fui 5 o 6 veces pero en auto y con mi padre, pero no conocía la terminal y cuando llegué no sabía para donde ir. Lo primero que hice al bajar del micro fue mirar alrededor para tratar de encontrarlo, pero no me dio tiempo a girar la cabeza. A los 30 segundos de bajar me tocaron el hombro. Me di vuelta y ahí estaba él. Fue necesario que levantara bastante la cabeza para verlo, pues era más alto de lo que imaginaba. Me saludó, me preguntó cómo estaba y que tal había sido el viaje, y acto seguido (ya saliendo de la terminal) me dijo "¿Dónde vamos?". Mi respuesta más obvia: "No conozco nada, así que te toca decidir a vos". Me llevó a una plaza, creo que se llamaba Plaza San Martín, pero en verdad lo dudo. Bueno, esa plaza que está a tres cuadras de la terminal de Retiro. Nos sentamos en un banco y...

Amigo: Mirá para allá
Yo: ¿Qué hacen?
A: Cuidan el monumento, ahi están los nombres de los caídos en la guerra
Y: ¿Y están todo el día? ¡Qué embole!
A: Si, pero no los mismos. Mirá... ahora sacan la bandera y cambia la guardia

Era un monumento y dos soldados parados adelante, totalmente inmóviles. Llega un hombre impecablemente vestido con dos soldados detrás y les grita un par de órdenes que no entendí y sacan la enorme bandera. Llevan la bandera y vuelven para quedarse cuidando el monumento y los otros dos se van. Absurdo. Un par de turistas con filmadoras, y yo con cara de "¿?"

Me doy vuelta, me quedo mirándolo un rato y nos besamos. Agarró mi mano y me preguntó "¿Vamos a casa?" Vamos, ya estaba oscurenciendo, habrán sido pasadas las 7:15.

Hicimos tres cuadras, y tomamos un colectivo. Tardamos media hora en llegar a su casa y me dijo "Está mi hermano adentro, pero ya se va" Al entrar tuve que saludarlo (tan rápido que ni siquiera vi su cara) y subimos a su cuarto. Dejé mi mochila y me senté en la cama, que por cierto era muy cómoda. Estuvimos charlando largo y tendido por un buen rato, hasta que creí que habia llegado el momento de comer algo porque ya tenia hambre :$
Después de media hora bajamos a comer, y a la hora volvimos al cuarto. Me hizo sentar en la cama, prendió un cigarrillo y... pasó 3 horas jugando Counter-Strike :O
No sé a que hora se acostó, pues de seguro ya hacía rato que estaba dormida (el viaje es muy agotador), y me despertó. Me dijo algo que no recuerdo, y después si me dormí hasta la mañana siguiente. A las nueve de la mañana sonó el despertador y comencé a prepararme para volver. De nuevo media hora para llegar a Retiro, y a las 13:15 esta volviendo a mi ciudad.

Me costó una pelea de dos meses con mi novio y no vale la pena perderlo por otra aventura de esas. Además quién me hubiera creido que sólo fui a jugar a un jueguito de PC?? No, absolutamente nadie.

Fue una linda experiencia, la pasé ¿bien? y no me arrepiento. Pero no volvería a hacerlo.

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